miércoles, 25 de septiembre de 2013

LA RISA Y SUS BENEFICIOS


La risa produce un enorme bienestar a las personas, aporta beneficios en la salud tanto mental como física. Estos beneficios  se conocen desde hace miles de años pero ha sido en la actualidad cuando han comenzado a realizarse investigaciones que han aportado datos científicos que evidencian los beneficios de la risa. Por ejemplo, en pacientes cardíacos han demostrado que reírse es beneficioso para su corazón.

Cuando una persona se ríe su cerebro libera serotonina, un tipo de neurotransmisor del cerebro, que tiene un efecto opiáceo y, por lo tanto, calmante y analgésico. A la serotonina se la conoce como la hormona del placer.

La risa, además, favorece la producción y liberación de dopamina, un neurotransmisor que eleva el estado de ánimo; o la adrenalina, hormona que aumenta la lucidez y mejora la creatividad.

Cuando alguien se ríe con frecuencia  aumenta la actividad de su sistema inmunológico, concretamente de las inmunoglobulinas A (IgA) y las Inmunoglobulinas B (IgB) cuya función es eliminar virus y algunos tipos de células cancerígenas. Se observa un aumento de  Gamma interferon  que da la señal a ciertos elementos del sistema inmunológico para movilizarse y detectar anomalías.

En resumen, entre los beneficios de la risa podemos observar: disminuye la percepción del dolor, reduce el estrés y el insomnio, mejora la función pulmonar en personas asmáticas, crece el funcionamiento del sistema inmunitario; reduce la ansiedad en el preoperatorio, especialmente en niños, limpia los ojos y despeja de mucosidad la nariz y los oídos,  mejora algunos problemas de la piel, ayuda en los problemas cardiovasculares, reduce los problemas digestivos y relaja las contracturas en la espalda. Esto son algunos de los beneficios demostrados por la risa pero seguro que pronto las investigaciones científicas evidencian muchos más.


Sandra Pérez

En el Centro Psicológico Orain vamos a realizar un nuevo taller de risoterapia durante el mes de octubre. Si estás interesado/a reserva tu plaza pronto, trabajamos con grupos reducidos. ¡Anímate a vivir los beneficios de la risa en tu propio cuerpo!

martes, 10 de septiembre de 2013

¿Qué es salud mental?

La Organización Mundial de la Salud considera  el término Salud no sólo como ausencia de enfermedad sino como un bienestar físico, mental  y social. Por lo tanto el concepto de salud mental se incluye de forma implícita y de modo inseparable en el concepto de salud.

La salud mental es aquello a lo que todos aspiramos, es la felicidad, la calma, el disfrute, en fin, que en casi todo momento hablamos sobre salud mental.

Muchas personas consideran que salud mental es ausencia de enfermedad mental y no es así, no es sólo eso, como además refleja la definición de la OMS. Es la vida cotidiana, cómo la vive cada uno, cómo nos relacionamos con los amigos, con la familia y con la comunidad en general. Salud mental también comprende los deseos, valores, ideales y sentimientos con los que hacemos frente a los problemas que se presentan en nuestra vida.  

En la sociedad actual los continuos cambios a los que nos vemos sometidos pueden llevar a dificultades de integración personal y social. Prepararnos para ello y aprender cómo afrontar dichas demandas es el mejor método para que la salud mental no se vea afectada. No se trata de evitar los conflictos sino de conocer cuáles son nuestras herramientas para afrontarlos del mejor modo posible.

La Federación Mundial para la Salud Mental  considera que es sano el hecho de aceptar las decepciones, ser tolerante, no subestimar ni infravalorar las propias habilidades, respetarse a uno mismo y disfrutar de los pequeños placeres que la vida nos ofrece. Es salud mental buscar y mantener relaciones personales satisfactorias, poder confiar en los que nos rodean, respetando las diferencias que seguramente encontremos entre nosotros, sentirse parte de un grupo. Por último, es tener las capacidades necesarias para afrontar los problemas cotidianos incluye aceptar responsabilidades, planificar el futuro, tener la mente abierta a nuevas experiencias, fijar metas objetivas y realistas y conocer las aptitudes personales para adaptarse del mejor modo posible a las tareas cotidianas. En resumen, es cómo nos sentimos con nosotros mismos y  con la gente que nos rodea, y por último, cómo afrontamos los problemas de la vida diaria.

Hay una serie de mitos y creencias  sobre la salud mental que en algunas ocasiones provocan vergüenza e incomprensión en aquellas personas que están pasando por un mal momento. La salud mental puede verse afectada en todas las personas, desde niños a ancianos, y por supuesto en todas las clases sociales. Realmente producen un sufrimiento intenso y provocan alteraciones en la conducta, en la respuesta fisiológica y en la respuesta emocional. Se puede prevenir, diagnosticar y tratar antes de que sea demasiado tarde, lo mismo que cuando tenemos fiebre acudimos al médico deberíamos comenzar a aceptar que cuando el sufrimiento emocional aparece lo ideal sería acudir en ayuda de un psicólogo. Hay tratamientos adecuados para la mayoría de los problemas de salud mental, con evidencia científica que los apoya. El concepto que tiene la población respecto a la salud mental va cambiando, siempre en la medida en que se modifican los valores sociales y es nuestra tarea colaborar para que se acelere el proceso y el hecho de acudir a un psicólogo y/o psiquiatra deje de ser “de locos”.

Cuando las dificultades aparecen, cuando se pierde el sentido de la vida, cuando la tristeza o la ansiedad se instalan, cuando las relaciones sociales se hacen difíciles, cuando los valores pierden sentido y parece que el rumbo de nuestra vida se está perdiendo, es el momento de pedir ayuda, sin miedo, sin vergüenza. Miles de personas en todo el mundo lo hacen cada día, porque la sociedad en la que vivimos, en muchas ocasiones, hace que la salud mental se resienta. Pedir apoyo es ser valiente, es reconocer la necesidad de cambio y dar el primer paso hacia el bienestar.



Sandra Pérez